Madrid, 29 de abril de 2008. Banco Santander cerró el primer trimestre de 2008 con un beneficio atribuido de 2.206 millones de euros, lo que supone un incremento del 22% con respecto al mismo periodo de 2007. Este es el mayor importe de beneficio en un solo trimestre en la historia de Banco Santander, que por cuarto trimestre consecutivo presenta un resultado superior a 2.000 millones de euros.
Quizá sea esta una de las más escandalosas noticias que puedan publicarse en la época en que vivimos. No tanto porque el Banco Santander, liderado por ese hombre de apellido tan increíblemente evocador, sea más o menos merecedor de alguna censura en su comportamiento empresarial – representativo, en todo caso, de toda una oligarquía internacional – sino por la naturalidad con que se hace pública y se comenta por los voceros de la opinión.
Por supuesto, hay cosas muy graves de las que ocuparse en tertulias y foros varios. La crisis alimentaria mundial, la permanente amenaza terrorista, el azote del cambio climático, la tragedia migratoria inagotable, el omnipresente narcotráfico, el tráfico de armas y de guerras, el agotamiento de las materias primas, los choques entre las distintas culturas…
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