200 medios de comunicación, 300 periodistas y 15 cámaras de televisión cubrieron la presentación de una nueva novela, antes siquiera de llegar a las librerías. La empresa editorial monta un estreno hollywoodiense en el Liceu de Barcelona, tras el éxito comercial de la anterior obra del mismo autor, al que acuden en tromba todos los medios invitados, dispuestos a cumplir con su papel en la explosiva promoción.
Docenas de medios se han hecho eco de inmediato del grandilocuente montaje escénico que la Editorial Planeta organizó esta semana en el Liceu de Barcelona para presentar la última obra de uno de sus autores. Al parecer, los periodistas que por todas partes, se han volcado en publicar sus crónicas sobre el evento, coinciden en no justificar ni explicar su burdo seguidismo.
El hecho de que el autor haya firmado anteriores éxitos comerciales de gran magnitud parece servir de excusa para que la prensa se alinee junto a la empresa editorial como si de sus meros empleados se tratara. Lo curioso es que, con más o menos énfasis, los cronistas de los distintos medios subrayan lo desorbitado del evento, eso sí, sin aflojar lo más mínimo en su papel de complacidos y necesarios colaboradores de la promoción.
Bastan sólo algunos de los comentarios publicados por los medios asistentes para ilustrar esta contradicción:
…lo raro sería que, cuente lo que cuente en sus páginas, no se convierta ésta en un nuevo bestseller. Diario “El Mundo”
Para introducir al personaje y a su obra, escoltaba al escritor la periodista Olga Viza, la misma del segundo debate Rajoy-Zapatero de las pasadas elecciones, que en esta ocasión ha protagonizado un dueto en el primer acto del espectáculo. Diario “Metro”
… instó a sus oyentes a leerlo para entender sus explicaciones que, a priori, admitió que pueden resultar farragosas para alguien que aún no ha leído el libro: “Es como el motor de un Porsche. Ponga la llave y verá”. Diario “La Vanguardia”
A lo grande. Así ha presentado Planeta …, la esperada novela de…, que llega siete años después del bombazo de … y va a salir con una tirada récord de un millón de ejemplares. Reuters
Si no existen contrapartidas por esta colaboración de los medios en la puesta en marcha de un negocio particular, no tiene sentido alguno este furor propagandístico – del verbo propagar -. Si las hubiera, es una vergüenza colectiva.
Los libros se escriben par ser leidos. La crítica de prensa siempre ha supuesto una interferencia más que discutible en el libre criterio de los lectores. Pero jalear sin freno los excesos prepotentes de la promoción de un producto, por muy cultural que sea, es antiperiodístico. Máxime, cuando ninguno de los cientos de periodistas destacados en el Liceu habían siquiera leído la obra cuando se precipitaron sobre sus redacciones para celebrar, de momento, una impactante y seductora velada.
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