Las acciones contra el medio ambiente perjudican al conjunto del planeta por lo que deben ser evaluadas con arreglo al derecho y ética globales
Las contramedidas aprobadas por Trump, encaminadas a abandonar los compromisos de EEUU adquiridos por su antecesor en relación a las emisiones contaminantes, deben ser combatidas y sancionadas por la comunidad internacional de manera inmediata. Su gravedad es enorme por tratarse de una de las potencias que más inciden en las emisiones nocivas para el clima planetario, y por su carácter de líder político-económico.
No es una cuestión de ideología ni de alineación tras uno u otro bloque económico o geopolítico. Cualquier estado que asuma sus responsabilidades para con las futuras generaciones de nuestro planeta debe apoyar una inmediata y drástica reprobación activa de las nuevas directivas de la Casa Blanca.
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