Dos amigos llamados Barack y Hugo

Barack y Hugo

Barack es siete años más joven, aunque, como Hugo aparenta menos edad que la que tiene, apenas se nota la diferencia. Ambos son morenos, uno negro claro, otro blanco oscuro, y los dos están especialmente orgullosos de serlo. Son vecinos de continente. Uno vive arriba. Arriba del mapa y arriba del mundo. Al otro siempre le ha fastidiado esta superior ubicación. Y eso que tampoco vive tan abajo.

Hugo es un tipo especial. Entre sus otros vecinos, no son pocos los que le tienen manía. La verdad es que gusta a muy pocos. No está muy claro por qué. Dicen que en su casa, la democracia no es verdadera. Pero claro, ese no debe ser el motivo. Hay docenas de casos peores en todo el mundo que, por alguna extraña razón, no sufren mofas tan ácidas ni críticas tan frecuentes.

Barack tampoco es muy normal. No le da la gana respetar las costumbres de toda la vida. Ahora le ha dado por ponerse en segunda fila en las fotos de su comunidad de vecinos. Y aún peor. Ha dicho que quiere ser amigo de Hugo. Y Hugo, que lo sabe, le ha regalado un libro. Como si se conocieran de toda la vida.

Pero, ¿qué libro le ha regalado Hugo a Barack? Pues uno que escribió un tal Eduardo Galeano, un periodista rojo uruguayo, hace casi cuarenta años. El caso es que recoge un montón de quejas sobre los vecinos de arriba, sobre sus hábitos de gorronear de sus vecinos pobres, los que viven junto a Hugo, y de entrar en sus casas sin permiso. Un regalo insolente, sin duda.

Las venas abiertas de America Latina - Ed. Siglo XXI

Pero Barack quiere hacerse amigo de los vecinos de abajo. Incluso de Hugo. Hasta puede que lea el libro. Barack y Hugo se han desafiado a ser amigos. Y buenos son ambos para los desafíos. Lo siento por muchos a los que quizá no cause alegría, pero, para bien de este patio de vecinos, puede que esas abiertas venas comiencen a cerrarse.

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