Claro que es posible otra publicidad, tal como señalaba este titular de El País. Claro que los anuncios pueden dejar de ser una agresión a la inteligencia y convertirse en información útil. Por supuesto que la publicidad no tendría por qué ser la verdadera propietaria de los medios de comunicación. Desde luego que el espacio público podría ser mejor empleado. Claro que el mundo podría replantearse la locura consumista que la publicidad y sus siervos impone.
Pero no, no va de eso. Lo que al periodista del reportaje le preocupa es que los anuncios, por ser tantos y tan omnipresentes, ya no son eficaces y se han transformado en una especie de ruido blanco, como el que hace la tele cuando no se sintoniza ninguna emisora.
Vaya, qué preocupación. Y yo que creía que la solución imaginativa a este problema de saturación ya estaba en marcha mediante el uso profuso y cada vez más incontenido de publicidad disfrazada de noticia, tal como ya es tradición en las industrias culturales. O es que, quizá, ¿no ha sido suficientemente efectiva la campaña del iPhone de Apple?
Así que ya podemos prepararnos para otra oleada de ingeniosos experimentos enfocados a la búsqueda de mayor efectividad publicitaria que, al parecer, es lo que ha de preocuparnos. Si a eso le llamamos “otra publicidad” pues quedará mucho más moderno e innovador. Y hablando de innovación y de I+D+i, estas siglas tan apañadas y tan de moda que bien merecen un llavero, un pin o algo, ahí van algunas ideas para que los pobres publicitarios y sus socios de los media no tengan que estrujarse tanto sus desgastados cerebros creativos. Y ojo, que seguramente se harán realidad. ¿A alguien le iba a sorprender?
- Anuncios en el trasero de la ropa. Pon un anuncio en tu culo y tu vaquero o tu falda te saldrá a precio de ganga. Miradas aseguradas.
- Anuncios pegados en la fruta. Un naranja con puntos promocionales de un champú, o un plátano con las nuevas tarifas de telefonía. Mientras lo pelas te comes la publi.
- Papel higiénico publicitario. Una obviedad. No se entiende que aún no exista. Módulos publicitarios desde unas rayitas de cortar a las siguientes.
- Espejos de tocador con visión interrumpida. Si quieres mirarte, pues aguantas unas pausitas con anuncios
- Continuará…
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